miércoles, 16 de mayo de 2012

Historias de Sofistas II: Gorgias de Leontini


“1. Nada existe. 2. Si algo existiese, sería incognoscible. 3. Si algo existiese y fuese cognoscible, sería incomunicable” (Georgias de Leontini. Sobre lo que no es o sobre la naturaleza)

Sigo con la serie sobre algunos de los Sofistas más destacados. Gorgias nació en Leontinos (Sicilia), aproximadamente en el 485 a.C. Fue un gran defensor de la Retórica, sosteniendo que se trataba de un arte que puede ser utilizado para diferentes fines y que no debe considerarse malo en si mismo. Según se cuenta, acudía a lugares públicos donde defendía una tesis relativa a una cuestión cualquiera y una vez convencía a sus interlocutores, comenzaba a defender la tesis contraria, hasta convencer nuevamente a quien interviniese, para así demostrar el arte de su Retórica. Falleció en Tesalia, en el 380 a. C. cuando contaba unos 105 años (según cuenta la leyenda, porque decidió dejar de comer). Por cierto que algunas de las edades de vida de los filósofos griegos son muy curiosas. De Hippias, otro sofista, en algunos sitios se dice que murió asesinado !a los 100 años!

Gorgias fue contemporáneo de Protágoras, con quien se suele decir que comparte la idea de relativismo. Se ha dicho que en Gorgias ese relativismo se  convierte en escepticismo, aunque esta afirmación es matizable ya que está influenciada también por las opiniones negativas de Platón sobre los sofistas.

En su obra Sobre la Naturaleza o el No Ser enuncia sus tres célebres tesis:

1. Nada existe. Aquí critica de alguna manera pensamientos como el de Parménides que hablan de la inmutabilidad y la infinitud del “Ser”, señalando la imposibilidad de que algo surja y sea eterno a la vez, de que sea infinito y esté en las cosas. Es decir, de alguna manera se hace eco de esa idea de Heráclito de que no hay un orden o unas cosas y seres inmutables (que sean o existan de una manera permanente).

2. Si algo existiese, sería incognoscible. La segunda tesis de Gorgias establece la distancia entre el pensamiento y las cosas. De alguna manera abre un tema apasionante como el subjetivismo, la diferencia que siempre va a haber entre el mundo real y ese mismo mundo filtrado a través del pensamiento de alguien, que va a ser una representación inevitablemente falsa, nunca podrá reproducir la esencia de las cosas.

3. Si algo fuese cognoscible, sería incomunicable. Y la tercera tesis nos indica que la palabra nunca va a poder representar realmente la realidad exterior (aunque pudiéramos pensarla) ya que no puede transmitir colores, sabores, tamaños, etc., sino solamente sonidos (es decir, no transmitimos las cosas en sí). Anticipa la diferencia entre signo y significado.


Lo que me gusta

Al igual que pasaba con Protágoras, Gorgias da más importancia a enseñar a razonar y argumentar en el marco de una sociedad democrática que a las tesis concretas que se defienden.

Por otra parte, las aparentemente extrañas leyes de Gorgias son apasionantes y han tenido multitud de interpretaciones. Algunos las reducen a una especia de broma sobre algunas teorías existentes en su época (por ejemplo la del Ser de Parménides), otros hablan de escepticismo radical. Sin embargo a mi me parece que Gorgias es tremendamente inteligente y que lo que hace es plantear grandes temas filosóficos a la manera un poco de “juego”.

Creo que Gorgias habla de distintos planos: de la realidad, del pensamiento y de la comunicación. Y creo que introduce la idea de subjetivismo y de relativismo en todos ellos de una manera muy sutil. En su primera ley pone en duda la idea de la inmutabilidad de las cosas, en la segunda la imposibilidad de que ningún pensamiento sea más que una representación subjetiva (pero no exacta) de la realidad y en la tercera habla de la comunicación y de la imposibilidad de transmitir a alguien exactamente lo que pensamos y hacernos entender completamente.

Estas ideas me parecen muy interesantes, ya que en realidad abren la puerta a multitud de reflexiones y teorías sobre temas tan actuales como el lenguaje, el pensamiento o la comunicación.

V de Vendetta



Ahora que se ha cumplido el primer aniversario del movimiento 15M y que parece que los políticos siguen solo los dictados de los grandes bancos y los especuladores financieros (a los que la prensa nombra con el eufemismo “los mercados”), olvidándose por completo de los ciudadanos a los que deberían servir, me acuerdo de la película “V de Vendetta”. Esta película se ha convertido en un film de culto y la máscara del personaje en un símbolo de los movimientos de protesta en todo el mundo.

La recomiendo a quien no la haya visto. No deja de ser una película de acción comercial (y muy entretenida), pero su personaje y los temas que plantea son muy interesantes y dan mucho que pensar, y más en una situación como la que tenemos actualmente. Recuerdo especialmente la frase en la que dice: “El pueblo no debería temer a sus gobernantes, son los gobernantes quienes deberían temer al pueblo”.

También se ha convertido en un pequeño clásico en Internet el discurso que pongo a continuación, en el que “V” se dirige a la población de una Londres futurista tiranizada por una dictadura, y habla de cómo el poder busca atemorizar a la población para tenerla paralizada y como los ciudadanos deben vencer ese miedo y actuar para cambiar las cosas.


Pequeño homenaje a Guardiola


Me gustaría hacer otra pequeña entrada futbolera homenajeando en su despedida del Barça a Pep Guardiola, entrenador de uno de los mejores equipos de la historia del fútbol (el mejor que yo haya visto).

Un hombre que cogió un equipo con problemas hace 4 años, entre críticas a su falta de experiencia, ascendido directamente del filial y con una presión tremenda, y lo convirtió en una maquina de hacer fútbol que maravilló a todos los aficionados del planeta y que ha ganado (a falta de la final de Copa) 13 títulos de 17 posibles. 

¿Qué es lo que admiro en Guardiola?

- El sueño cumplido. El de un niño cuya fantasía era jugar en su equipo preferido y del que se puede seguir su rastro como recogepelotas, jugador de las categorías inferiores, capitán y emblema (como ahora Xavi o Pujol) del famoso Dream Team, y finalmente entrenador de este Barcelona y portavoz mundial de una filosofía del juego.

- El idealismo. Tener una visión, que continúa la del famoso Johan Cruyff, del fútbol como un juego. La idea de conseguir resultados basándose en respetar ese juego en torno a un concepto básico: tener la pelota, de vencer y convencer con sus ideas, sin justificar el éxito a cualquier precio sino buscando la excelencia en el propio juego. El conseguir que en todo el mundo los aficionados al fútbol hayan “comprado” de alguna manera esas ideas, generando multitud de seguidores y simpatizantes del Barça sencillamente por la belleza de su juego.

- La valentía. El haberse arriesgado a apostar por un modelo de juego y por los chavales de la cantera hasta el fin, llegando a jugar finales de Copa de Europa o Intercontinental con hasta 9 ó 10 jugadores de la casa.

- Y el respeto a sus jugadores, al público y a los rivales. Un entrenador que siempre ha elogiado a todos sus rivales, que nunca ha menospreciado a ningún equipo y que siempre ha hecho hincapié en que el merito es de sus jugadores, en oposición a otros (grandes) entrenadores que defienden el éxito a cualquier precio y acaparan todo el protagonismo en la victoria. Puede que Guardiola piense que su equipo es el mejor o que en el campo se enfade (no deja de ser un hincha) pero sin embargo está claro que él se obliga a defender esos valores porque cree en ellos: manifestar siempre respeto por el rival, no envanecerse, respetar el juego. Hacer eso (aunque puedas estar tentado de sacar pecho) es sencillamente una muestra de educación y respeto, que son cosas que no tienen nada que ver con la hipocresía, como critican algunos.

Incluyo en este blog un par de vídeos con un reportaje especial que emitió La 2 de televisión en 2010.




jueves, 15 de marzo de 2012

Historias de Sofistas I: Protágoras de Abdera

Los Sofistas 

Quiero colgar algunas entradas cortas sobre los sofistas, que conforman un grupo de filósofos, pensadores (y educadores) disperso pero muy interesante y que tienen una injusta mala fama arrastrada por las connotaciones que ha adquirido el término “sofista” (que se identifica de alguna manera con “demagogo”) que nada tienen que ver con lo que sostenían estos pensadores. 

De alguna manera lo que diferencia a los sofistas de los otros grandes filósofos griegos (y el principal motivo por el que fueron criticados) es que no pretendían alcanzar un conocimiento verdaderamente objetivo y seguro de la naturaleza última del universo. Se interesaban por el hombre y la sociedad, mantenían una posición relativista (tanto respecto a la posibilidad del conocimiento como sobre las formas de organización social y política) y consideraban fundamental la enseñanza de la retórica en una sociedad democrática en la que el dominio de la palabra y del discurso era fundamental (lo que les convertiría en los educadores de la sociedad ateniense y en los primeros pedagogos).

Su “mala reputación” es debida en gran parte a la interpretación que hace Platón de ellos en varias de sus obras pues originariamente el término “sofista” era sinónimo de sabio. Por lo demás, las acusaciones de que cobraban por enseñar o de que sus teorías conducían al escepticismo son absurdas vistas desde nuestro tiempo.

Los sofistas de los que me gustaría hablar son Protágoras de Abdera, Hipias de Elis y Gorgias de Leontini (en próximas entradas).

Protágoras de Abdera

Según parece, Protágoras nació en Abdera en el año 481 y se instaló en Atenas, donde alcanzó un elevado protagonismo. Acusado de impiedad, probablemente de ateísmo y/o blasfemia, por haber afirmado en su libro "Sobre los dioses" que no es posible saber si los dioses existen ni cuál es su forma o naturaleza, se vio obligado a abandonar Atenas refugiándose al parecer en Sicilia. 


Protágoras defendía el relativismo y el convencionalismo de las normas, costumbres y creencias del hombre. Es su tesis más conocida y que queda reflejada en la frase "El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son y de las que no son en cuanto que no son", uno de los fragmentos que conservamos de su obra.
 

Lo que me gusta

Lo que más me interesa de Protágoras en particular (y de los Sofistas en general) es su carácter de pedagogo y su visión absolutamente moderna y progresista de la sociedad. De alguna manera podría considerarse una especie de librepensador.

A diferencia de los filósofos que mostraban una visión determinada y fija de las cosas, él enseñaba a razonar y argumentar en el marco de una sociedad democrática en la que todos los hombres libres podían participar.

Aunque Platón critica que Protágoras cobraba por enseñar parece ser que, entre otras cosas, ajustaba su “tarifa” a la riqueza de sus alumnos, porque consideraba de alguna manera que todos los ciudadanos tenían el mismo derecho a saber defender sus opiniones. Una actitud que me parece mucho más social y comprometida con el hombre que la de otros pensadores de su época de gran profundidad filosófica pero que, de alguna manera, estaban más aislados de su entorno.

Frente a enseñar unos contenidos de una visión determinada de la vida, ellos consideraban más importante enseñar a las personas los mecanismos para aprender a pensar y argumentar. Este creo que es quizás el dilema más importante (antes y ahora) de la enseñanza y la educación y yo estoy de acuerdo con lo que ellos defendían.

lunes, 12 de marzo de 2012

El Niño Torres

Ahora que pasa por horas bajas y que resulta tan fácil meterse con él, voy a hacer una defensa de Fernando Torres a contracorriente.

Por ser el mejor jugador y el máximo goleador del europeo sub-16 de 2001 (que ganó España  gracias a un gol de Torres en la final).

Por ser el mejor jugador y el máximo goleador del europeo sub-19 de 2002 (que también ganó España  gracias a otro gol de Torres en la final).

Por marcar el gol que permitió a España ganar la Euro de 2008.

Por pasar 4 años siendo el jugador que tiraba de mi equipo, el Atlético de Madrid (¡desde los 17 años!).

Por los 3 años excelentes en Inglaterra que lo convirtieron en una estrella del Liverpool, le llevaron al Balón de Bronce y propiciaron que se convirtiera en el tercer traspaso más caro de la historia del fútbol.

Porque su bajón ha estado claramente determinado por las lesiones musculares (hasta 8 en dos años), que le han llevado a perder chispa y confianza, y de las cuales creo que 6 han sido por forzar para viajar con el grupo de la selección.

Por ser un chico agradable y discreto, que nunca ha tenido un comportamiento violento ni sucio en el terreno de juego, no ha dicho una mala palabra de nadie, ni ha ido de prepotente jamás.

Y porque, aunque ahora no esté en su mejor momento, parece que se le tira con bala por no haber pertenecido a ninguno de los dos equipos poderosos.

Espero volver a verle correr y marcar con el 9 de la selección.

Y ya me he quedado tranquilo. Tenía que decirlo. Esto era algo personal

Y un video chulo con el Liverpool

Remordimientos

Contexto
 
Remordimientos es una película sonora del director alemán de origen judío Ernst Lubitsch, considerado uno de los más grandes genios de la comedia americana (emigro a EEUU antes del ascenso del nazismo) y maestro de Billy Wilder. Es famosa la elegancia y sutileza con que rodaba y la capacidad que tenía para contar muchas cosas a través de detalles de gran ingenio, casi siempre sugiriendo, sin mostrarlos directamente (eso se conoce dentro de la historia del cine como el “Toque Lubitsch”). Esta película no es tan conocida como otras obras suyas (“Ser o no ser” o “El bazar de las sorpresas”), al ser una película rara en su obra, ya que es dramática. Está basada en una obra de teatro muy prestigiosa de carácter antibélico que transcurre en Alemania (aunque está rodada en Estados Unidos)

Historia

La película cuenta la historia de un joven músico francés que, en el transcurso de una batalla cuerpo a cuerpo en la 1ª Guerra Mundial, mata a un soldado alemán, descubriendo, por  una carta que el alemán estaba escribiendo a su novia, que también se trata de un joven músico y que tienen muchos puntos en común. Al terminar la guerra, el joven francés, atormentado por los remordimientos, viaja a Alemania para buscar a la madre del chico y pedirle perdón para expiar su culpa, encontrando a unos padres destrozados, con los que vive la que era novia de su hijo. Incapaz de confesar, acabará haciéndose pasar por un antiguo amigo de su hijo, anterior a la guerra, y, poco a poco, irá siendo aceptado y apreciado por la familia, que pasará de la desconfianza inicial (“Para mi todo francés es el asesino de mi hijo”, le dice el padre la primera vez que lo ve) al aprecio, mientras que el pueblo lo mirará con malos ojos al tratarse de un “enemigo”.

Qué es lo que me gusta

De alguna manera, el chico va ir ocupando paulatinamente el vacío dejado por el alemán que mató, mostrando como lo natural es que las personas se unan por sentimientos, afinidades o intereses comunes y lo artificial y peligroso de esas diferencias que tienen poco que ver con las personas (razas, fronteras) y que se fomentan para justificar las guerras. Al final, esos dos jóvenes músicos, uno francés y otro alemán, podrían ser la misma persona, ya que lo que los une es mucho más poderoso que lo que les ha hecho enfrentarse en el campo de batalla.

Lo que pasa finalmente no debe reventarse, pero es un peliculón con todas las letras y tiene uno de los mejores finales que he visto jamás. La interpretación del padre alemán que hace un actor clásico que se llama Lionel Barrymore es impresionante, la película es emocionante e inteligente sin ser sensiblera y lo que cuenta muy interesante y te lleva a plantearte muchísimas preguntas (además de darte cuenta de lo profundamente absurdo de las guerras):

•    ¿Es la verdad o la sinceridad un valor en sí mismo o puede relativizarse cuando están en juego los sentimientos de las personas, incluso estando la mentira en algunos casos justificada?
•    ¿Te hace una nacionalidad mejor persona? ¿Estás más cerca de alguien que tenga tus mismos intereses, valores, ideas o sentimientos o de alguien que haya nacido en tu mismo pueblo y con el que no compartas nada de eso?

Para terminar, pongo parte del discurso que echa el padre del joven alemán muerto cuando defiende al francés, del que se ha hecho ya amigo, de las críticas de sus colegas alemanes en el bar donde se reúnen.

Nadie de esta mesa va a enseñarme el significado de la muerte ni el significado del odio. He tenido más que suficiente de ambos. ¡Y los franceses también!

¿Quién mando a ese chico a matar alemanes? ¿Y quien mandó a mi hijo, y al suyo y a los dos suyos? ¿Quién les dio las balas y el gas y las bayonetas? ¡Nosotros, los padres! Aquí y al otro lado de la frontera. Ya somos demasiado viejos para luchar, pero no lo somos para odiar.

La responsabilidad es nuestra. Cuando miles de hijos ajenos fueron asesinados lo llamamos victoria y lo celebramos con cerveza. Y cuando miles de nuestros hijos fueron asesinados, ellos lo llamaron victoria, y lo celebraron con vino. ¡Los padres brindan por la muerte de los hijos!
 
En serio, si tenéis la oportunidad, hay que verla, porque es buenísima y una de esas películas que pueden hacerte replantear lo que piensas de algunas cosas importantes.

Hola

Saludos a tod@s. Soy Itaca, un chaval de 2º de Bachiller, y en este blog voy a hablar de las cosas que me interesan y de otras que se me vayan ocurriendo sobre la marcha. De cine, de música, de filosofía o de chorradas que se me pasen por la cabeza (de chicas no, eso es privado; obsesos abtenerse). Unos días me pondré trascendente y otros "to'loco to'crazy". Si algo os parece interesante, comentadlo (pero solo críticas positivas, no quiero trolls insultando, que me hundo)